Motor de 4 tiempos

Hoy en día es raro encontrarse con un/a aficionado/da al mundo del motor que no haya montado alguna vez en un kart de alquiler. Vehículos pesados, con motores de 4 tiempos y por lo general de bajas prestaciones que, por mucho que intenten actualizar su apariencia, francamente, no es que proporcionen  una “descarga de adrenalina”.

Si es cierto que son divertidos por que al fin y al cabo, todos los que participan en las tandas de alquiler lo hacen en igualdad de condiciones y con los mismos motores de 4 tiempos, pero cuando ya hemos ido más de 3 veces, las ganas de algo superior aprietan.

En ese caso, cuando ya las ganas de más potencia y sobre todo más prestaciones “aprietan” muchos optan por dar el salto a los karts con motores de 2 tiempos .

La gran pega de estos karts, mucho más atractivos a la vista, es que requieren de un presupuesto más considerable no solo en la compra sino en el mantenimiento. Este suele ser uno de los motivos por el que algunos pilotos terminan renunciando al karting. Otros en cambio, se lanzan a comprar un kart, muchas veces de segunda mano y terminan guardándolo en el garaje o vendiéndolo en cuanto empiezan a aparecer los primeros problemas, algo normal si no disponemos de tiempo para invertirlo en el mantenimiento de nuestro kart.

La verdad que, cuando uno compra un kart, siempre espera arrancar y que todo marche sin problemas, disfrutar de un día en el circuito recoger y listo.

La ventaja de un motor de 4 tiempos

La principal ventaja de estos motores es que destacan por la durabilidad,  resistencia y el coste. Un motor de 4 tiempos es mucho más asequible que los de 2 tiempos y cada vez ofrecen mayor potencia, lo que garantiza la diversión.

Cada vez son más habituales las carreras de resistencia de 4 tiempos. 8, 12, 24 e incluso carreras de 32 horas donde el piloto debe presentar tanta resistencia como su motor de 4 tiempos. En estas carreras es habitual encontrar equipos de mínimo 4 pilotos a las que asisten con u kart de 4 tiempos que entre todos han comprado y preparado para la carrera. Realmente es una de las maneras más económicas de disfrutar del karting y donde poner a prueba nuestra capacidad, nuestra destreza y nuestra resistencia como auténticos pilotos.